De la tarde de sol,
la claridad en el discurso.
De las formas del amor,
del sentido y sin sentido.
Hierven las palabras en mi boca,
en mis dedos, en todo lo que abarco.
Del verano,
que me invita a contar hormigas,
doblar la ropa,
y conocer los vértices del alma.
Hermoso.
ResponderEliminarY vos también.