15 de enero de 2010

De la tarde de sol,
la claridad en el discurso.

De las formas del amor,
del sentido y sin sentido.

Hierven las palabras en mi boca,
en mis dedos, en todo lo que abarco.

Del verano,
que me invita a contar hormigas,
doblar la ropa,
y conocer los vértices del alma.

1 comentario: