9 de septiembre de 2014

Las palabras, y todos los días.

Te nombro anónimo.
Como que no existe el tiempo.

La palabra que designa tu vida,
se ha dado en invitación celebrada.

Caemos de árbol maduro,
nos orillamos.

Te has hecho huerto,
en mi nombre,
canción antigua.

Tu nombre, anónimo,
urge en un grito,
para que no se escape
ni una sola
de las letras.