Vengo de palabras pocas,
a cantarte
mi cantar
dormido y viejo.
Vengo del silencio,
a contar,
a esperarte,
a llenar cuadernos nuevos.
Vengo de historias,
del papel,
del desamor,
del abrazo,
y de la espera.
Vengo a tocar,
todas las puertas,
que lleven a tus rincones,
tus pasillos,
y tus siestas.