13 de mayo de 2010

Las horas rebalsan el colchón.
Nos vamos chorreando en plena noche,
cuando todo está oscuro y no somos más que tacto.

1 comentario:

  1. Amiga, tengo ganas de regalarte esto:

    Poemas de Unidad
    20

    A veces comprendemos algo
    entre la noche y la noche.
    Nos vemos de pronto parados debajo de una torre
    tan fina como el signo del adiós
    y nos pesa sobre todo desconocer si lo que no sabemos
    es adónde ir o adónde regresar.
    Nos duele la forma más íntima del tiempo:
    el secreto de no amar lo que amamos.

    Una oscura prisa,
    un contagio de ala
    nos alumbra una ausencia desmedidamente nuestra.
    Comprendemos entonces
    que hay sitios sin luz, ni oscuridad, ni meditaciones,
    espacios libres
    donde podríamos no estar ausentes.


    Es Juarroz; y yo te quiero.

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